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quarta-feira, 19 de fevereiro de 2025

O PROBLEMA COM O DINHEIRO... NÃO É O DINHEIRO [CHARLES HUGH SMITH]

 

Para muchas mentes, la solución a nuestros problemas económicos centrales es volver a  un dinero sólido  a través del patrón oro, en el que el oro respalda todas las monedas, o sustituyendo el oro por bitcoin, es decir, el bitcoin se convierte en la  moneda del reino .

A menudo he sostenido que  si no cambiamos la forma en que se crea y distribuye el dinero, no habremos cambiado nada.

Pero el dinero es complicado, y esto introduce el koan del título de este post:  El problema con el dinero no es el dinero .  La mente humana prefiere la simplicidad a la complejidad, y por eso tendemos a buscar soluciones simples a problemas complejos. A veces las soluciones simples funcionan con una eficacia casi mágica, pero otras veces generan nuevos problemas que no previmos, problemas que complican nuestra solución simple.

Como explicó David Graeber en su libro  Deuda: Los primeros 5.000 años , el problema con el dinero no es lo que se declara  moneda del reino , sino todas las formas de dinero que no son monedas ni efectivo, es decir, el crédito, también conocido como deuda, que como documenta Graeber, ha sido "dinero" desde que comenzó el comercio.

Si vamos al grano, el problema del dinero se reduce a:

1. No hay suficiente  dinero en el reino  para financiar todas las actividades que todos quieren llevar a cabo.

2. La mayor parte de la  moneda del reino  pertenece a los ricos, fuera del alcance de los plebeyos que intentan mejorar su nivel de vida.

3. Independientemente de lo que se declare  moneda corriente , el Wetware 1.0 humano generará burbujas especulativas y pánicos desastrosamente destructivos.

Si se declaran las conchas de almejas como dinero, las conchas de almejas serán "invertidas" (es decir, apostadas) en especulaciones que amasan fortunas para unos pocos y arruinan al resto.  Las extraordinarias manías especulativas y la ruina resultante de las burbujas de los Mares del Sur y de los tulipanes ocurrieron en   economías  de dinero sólido . El dinero sólido  no inhibió el surgimiento de burbujas y las crisis resultantes, ni tampoco limitó las depresiones y los pánicos que caracterizaron el siglo XIX. El problema en Estados Unidos en 1800 era sencillo: no había suficiente oro y plata en circulación para impulsar el inmenso esfuerzo por aumentar la producción y el comercio.  Si  el dinero sólido  es limitado y gran parte del que existe está en manos de los ricos, entonces la economía del 95% más pobre no puede expandirse. He aquí la realidad económica que  el dinero sólido  no puede resolver:  los ricos heredan  dinero sólido , o poseen monopolios o empresas que generan  dinero sólido.



, pero los plebeyos sólo tienen su trabajo para vender, y el valor de ese trabajo lo fijan las fuerzas del mercado, de modo que pocos pueden ganar lo suficiente para acumular ahorros suficientes para iniciar una empresa o comprar un activo en efectivo.

Los ricos aman  el dinero sano , los pobres aman  el dinero en circulación y el crédito  porque son los únicos medios que tienen para aumentar la producción y el comercio.  Ésta es la lección de la historia: se emitió papel moneda en China porque no había suficiente oro y plata en circulación para estimular el comercio y la producción cotidianos.

En otros reinos, se emitían monedas de cobre para las transacciones cotidianas, ya que no había suficiente oro y plata en circulación para que la gente promedio pudiera tenerlos en sus manos.

La escasez de oro y plata no era sólo un problema para los plebeyos que buscaban aumentar la producción y el comercio; También era un problema para los gobiernos,  ya que los plebeyos no podían pagar sus impuestos en oro o plata porque no tenían. Los impuestos debían pagarse  en especie , es decir, con grano o con alguna otra forma de "dinero" que no fuera oro o plata.

En la Edad Media, la escasez de oro y plata condujo a la creación de un vasto sistema de crédito comercial en el que el papel era "dinero".  En la terminología actual, los comerciantes emitían  órdenes de compra  y organizaban el comercio mediante pagarés en poder de intermediarios confiables que podían comercializarse como "dinero" antes de la liquidación.

Así, si acordábamos intercambiar una carretada de madera por ropa de lana, el intercambio real de esos bienes se produciría en una de las grandes ferias comerciales. Mientras tanto, podría intercambiar (vender) el pagaré prometedor de la madera a otro comerciante y utilizar las ganancias para realizar otras actividades comerciales. En el comercio justo, las mercancías se intercambiaban y el "dinero" creado por los billetes desaparecía.

En otras palabras, la gran mayoría del comercio se hacía posible gracias al crédito, no  al dinero sólido .  Si el comercio se hubiera restringido únicamente al  dinero sólido , entonces habría habido muy poco comercio y, por lo tanto, pocas oportunidades para que la gente común saliera adelante.

El crédito también es “dinero”.  Esta es la realidad que los defensores del  dinero sano  pasan por alto. La mayor parte del "dinero" en cualquier sistema es crédito o moneda fiduciaria: las dinastías chinas emitieron papel moneda "fiduciario" por necesidad, así como los regímenes antiguos emitieron monedas de cobre de bajo valor para servir al mismo propósito, y los comerciantes a lo largo de la historia han utilizado el crédito comercial como "dinero".

Uno podría imaginarse que el Imperio español, financiado por su flota de tesoros de plata del Nuevo Mundo, no tenía necesidad de crédito. Pero uno estaría equivocado. La inundación de plata amplió la oferta de "dinero", y el resultado fue predecible: el valor del "dinero" de plata cayó en consecuencia.

El Imperio libró tantas guerras simultáneamente que tuvo que pedir grandes préstamos a los banqueros holandeses. Sus enormes ingresos de  dinero sano  no le impidieron endeudarse demasiado.

A principios del siglo XIX, los estadounidenses estaban desesperados por obtener crédito para expandir la producción y el comercio , por lo que los bancos surgieron y quebraron con una regularidad alarmante. Recordemos cómo funciona el crédito bancario. El banco acepta depósitos en efectivo y presta un porcentaje del efectivo con intereses como medio necesario para generar ingresos para cubrir los costos de funcionamiento del banco: alquiler, empleados, etc., y generar una rentabilidad para los propietarios.

En el curso normal del comercio diario, mantener el 25% del efectivo para los clientes que retiran el efectivo depositado es más que suficiente. Pero entonces surge el pánico financiero y todos los clientes corren al banco para retirar la totalidad de sus ahorros. El banco no tiene suficiente efectivo, por lo que recurre a todos sus préstamos. Los prestatarios no tienen dinero en efectivo para devolver el préstamo, por lo que están en quiebra. El banco no tiene suficiente efectivo para cubrir todas las demandas de retiro, por lo que quiebra y los depositantes que no estaban primeros en la fila pierden su dinero.



Ya ves, el problema con el dinero no es el dinero en sí, sino el crédito, el hambre de la humanidad por especular y mejorar el nivel de vida y la necesidad de emitir crédito y otras formas de "dinero" para aceitar el comercio y aumentar la producción.

Cómo satisfacer las necesidades de crédito y de "dinero" en circulación y limitar los efectos negativos de las burbujas especulativas y los pánicos son los problemas que los bancos centrales fueron creados para resolver. El dinero sólido -la moneda del reino a lo largo de la historia- genera su propio conjunto de problemas y no elimina las burbujas especulativas y los colapsos ni la destrucción causada por los pánicos.

El problema con el dinero es que es complicado. Está vinculado no sólo con el valor de la escasez y la oferta y la demanda, sino con la psicología humana y con todo, desde la necesidad de recaudar impuestos hasta la distribución de Pareto, que dicta que el 80% de toda la riqueza (propiedad y todo el dinero sólido) terminará en manos del 20% más rico, dejando al 80% más pobre con pocas oportunidades de mejorar su suerte.

Los ricos poseen el dinero sólido y los pobres que quieren progresar necesitan crédito para financiar sus intentos de mejorar su suerte.

Cuando las burbujas especulativas estallan, la ruina resultante no se puede evitar. Los problemas del dinero no se pueden reducir a una solución simple


segunda-feira, 11 de setembro de 2023

AS COISAS SÃO BEM PIORES DO QUE IMAGINAM (Edward Snowden)

Uma intervenção muito clara de Edward Snowden, numa entrevista centrada nas criptomoedas. Ele coloca a questão da vigilância dos Estados, dos interesses privados também (grandes empresas que fazem comércio dos dados dos seus clientes) anulando a real autonomia dos indivíduos, que são/serão condicionados em permanência através de poderosa propaganda (que se disfarça como «informação») e os poderosos algoritmos vão detetar e rastrear todo o comportamento dos cidadãos, em bloco. Este futuro/presente parece uma ficção científica distópica às pessoas pouco ou mal informadas. 
Esconder a realidade, é também esse o papel das redes de vigilância em massa, ao dar às pessoas uma ilusão de normalidade, de liberdade, de segurança. 
 Não perca esta intervenção do mais célebre dador de alerta, que divulgou (há 10 anos) como funcionam os dispositivos da NSA de captação e armazenamento de todas as comunicações globalmente. 

 https://www.youtube.com/watch?v=IwwZyUxb_c

A

sexta-feira, 6 de janeiro de 2023

MOEDAS DIGITAIS DE BANCOS CENTRAIS - ROUBAR AS PESSOAS INDEFESAS

Henry Ford terá dito uma vez: «Ainda bem que o povo da nação não percebe o nosso sistema bancário e monetário, porque se percebesse, creio que haveria uma revolução amanhã de manhã»                                                                                            

Por muito complicada que pareça a cena económica e monetária, ela torna-se clara e transparente, se nós nos ativermos aos factos, tendo em conta, também, o vetor principal de qualquer política: o controlo conferido e exercido pelo poder. Isto é tão válido na análise do que se passa na China, como nos EUA,  ou em qualquer  país, desde uma grande potência, até um pequeno país. No momento atual, aquilo que é o grande cavalo de batalha dos globalistas é a questão das «moedas digitais emitidas por bancos centrais», que eu irei, no seguimento do texto, descrever pela sigla inglesa «CBDC».

A introdução das CBDC tem sido várias vezes anunciada, pelo FMI, pelo BIS, pela FED (EUA) etc., mas de facto, ainda não entrou em vigor em nenhuma das grandes potências ocidentais, nem nos países que estão sob hegemonia americana. De facto, sabemos que a China está muito mais adiantada, neste processo, pois já ensaiou o modelo em algumas províncias, onde milhões de pessoas usaram, durante algum tempo, em exclusivo a moeda digital, ou seja, conectada a contas individuais, sediadas no banco central, que forneciam o «dinheiro/crédito», necessário para todo o tipo de transações. 

A não utilização do mesmo processo pelos poderes ocidentais, tem a ver mais com uma razão de ordem tática, do que devido a qualquer dificuldade técnica. Afinal de contas, os CBDC funcionam de modo muito semelhante aos cartões de crédito, os quais estão autorizados a debitar o montante duma despesa à conta bancária do detentor do cartão, para transmitirem essa soma à conta da entidade que forneceu a mercadoria ou serviço. Os CBDC não utilizam (necessariamente) o elemento fundamental das «verdadeiras» cripto-moedas, ou seja, o processo conhecido como «blockchain» [Para melhor esclarecimento sobre o que é a blockchain, ver AQUI].

No desenho das diversas cripto-moedas, a possibilidade de rastrear os movimentos duma soma, fica sob controlo de múltiplas instâncias. Isto torna impossível fazer uma fraude que não seja facilmente detetável, pois a origem e itinerário do dinheiro transacionado, estão - desde logo - completamente esclarecidos. Isto é um fator que aumenta muito a segurança das cripto-moedas, pois torna a fraude quase impossível.

Esta transparência desaparece num processo centralizado. Se bem entendi o desenho dos CBDC dos vários bancos centrais, haverá possibilidade de controlo e de rastrear os movimentos de dada quantia, mas somente pela entidade reguladora. Será impossível o comprador e o vendedor terem acesso a dados que permitem rastrear o itinerário da quantia de dinheiro envolvida, ao passar de uma conta para outra. 

Isto não é muito diferente, em termos qualitativos, do «dinheiro eletrónico», que é já usado na grande maioria das transações correntes nos países do Ocidente, desde a compra dum café, à duma casa; hoje em dia, o dinheiro circula sobretudo sob forma eletrónica ou digital. Mas, se um dos intervenientes numa transação pretender verificar o que se passa no trajeto duma dada soma, só o poderá fazer indiretamente, através do banco comercial onde possui a conta ou, em caso de suspeita de ação criminosa, através de ordem judicial, que irá obter a abertura da/s conta/s, para escrutinar os movimentos nelas registadas. 

A centralização do CBDC significa, no concreto, que cada conta associada está a ser monitorizada em permanência, para qualquer usuário. Um poderoso dispositivo de vigilância permanente fica assim instalado. Aquilo que os bancos centrais e os governos prometem e dizem é sempre tranquilizador, pois envolve a utilidade destes mecanismos, como potenciar o combate à criminalidade financeira, aos tráficos (de droga, de armas, etc.) e à evasão fiscal. Mas, aquilo que bem poucos sabem e que os poderes não querem que tu saibas, é que cada cidadão, em qualquer situação, tem sua vida devassada, bastando para isso retraçar suas despesas - pequenas ou grandes - que, afinal, traçam um melhor «retrato- robot» e mais completo, sobre quem é: O que faz, como emprega o seu dinheiro, com que frequência faz certas despesas, quais os locais que frequenta, quais as suas deslocações (internas ou ao estrangeiro).

As pessoas ingénuas dizem que não se preocupam muito com isso, «porque nada têm a esconder»: Muito bem, mas o problema surge com maior acuidade, em duas circunstâncias que, aliás, podem estar muito relacionadas: A) Tomada de poder ou deriva autoritária pelo governo: Neste caso, as pessoas adversárias do regime serão facilmente «desmonetizadas», suas contas em CBCD serão suspensas ou canceladas, como forma de punição e para os obrigar a conformarem-se com o poder instalado. Este procedimento não é inédito nas chamadas «democracias ocidentais». Veja-se o caso dos camionistas do Canadá e seus apoiantes: Tiveram as suas contas congeladas, entre outros atos de repressão coletiva e inconstitucional. B) Os governos e bancos centrais passam a ter mais uma forma de manipular o modo como o cidadão gere e gasta o seu «dinheiro digital»: Os mecanismos para desincentivar a compra de certas substâncias (por exemplo, bebidas alcoólicas) e para incentivar a compra de outras (por exemplo, produtos que os poderes desejam que as pessoas consumam em maior quantidade),  serão muito simples de efetivar neste sistema digital. Também é possível incentivar a poupança, ou o contrário: se houver caducidade do dinheiro digital presente nos seus porta-moedas eletrónicos, as pessoas irão apressar-se a gastar antes que caduque. Mas, se os poderes querem que as pessoas façam poupança, basta darem um juro (mesmo que pequeno) sobre as somas  que as pessoas possuem nos mesmos porta-moedas.

«De um tiro, matam dois coelhos»:

1) Assim, destroem praticamente o valor das cripto-moedas «independentes», ou seja, das não criadas por qualquer Estado. Podem fazer isto, sem necessitar de as ilegalizar. De facto, a grande maioria dos utilizadores atuais de cripto-moeda, limita-se a utilizá-la como veículo especulativo, para fazer crescer sua conta em dólares ou euros, ou em qualquer outra divisa, através dum vai-e-vem, comprando quando a cripto-moeda estiver baixa, para a revender com lucro, quando esta atingir um valor bem acima do preço de compra. Nada diferente, na essência, do que se faz com a compra/venda (trading) das ações ou doutros produtos financeiros. 

2) Podem os bancos centrais e governos realizar uma monitorização detalhada, permitindo ajustar o crédito às necessidades da economia, que estará inteiramente nas suas mãos.  Controlarão aquilo que os cidadãos são incentivados ou desincentivados a comprar. Isto pode ser feito, não só em relação a gastos de consumo corrente, como nos investimentos em contas-poupança, ações, obrigações, fundos, etc. 

Não é necessário recorrer a obras de ficção científica para se imaginar como tencionam moldar a sociedade de amanhã, de acordo com os interesses da aristocracia do dinheiro, um grupo restrito de pessoas que está ao comando de tudo e que, portanto, terá um poder ilimitado sobre todos e cada um de nós. 

Não me parece inteligente que as pessoas entreguem a sua liberdade a troco duma ilusória «segurança». 

É como o "racket" instituído por um gang mafioso, sobre o comércio duma cidade ou num setor da mesma: Cada comerciante entrega determinada soma («imposto» de proteção) ao grupo mafioso, a troco de não ser inquietado. Todos os que se recusam, veem o seu negócio ir pelos ares, à bomba ou por incêndio. Neste caso, a liberdade de fazermos o que entendermos com o fruto do nosso esforço, do nosso trabalho ou do que recebemos de outrem, está severamente posto em causa: Penso que isto é um perigo muito maior, do que o eventual benefício de tornar mais difícil a fuga ao fisco.

Aliás, a realidade é que essa fuga ao fisco e outras entorses graves à lei e ao bem-estar coletivo, já são correntes, por uma simples razão: Existe uma prática de fechar os olhos e não ser eficaz contra esses crimes e, sobretudo, não atuar sobre contas resultantes desses diversos crimes (corrupção, fuga ao fisco, tráficos diversos, desde tráfico de seres humanos a tráfico de substância ilícitas, etc.).
Os chamados «paraísos fiscais» apenas existem, porque os diversos Estados onde estão situados têm um comportamento muito indulgente, de conivência mesmo, em relação às instituições bancárias e fundos financeiros, onde estão alojadas tais contas. Por outro lado, os países onde ocorre evasão fiscal pouco têm feito, na prática, para reprimir essa criminalidade. Os países onde têm abrigo bancos e instituições financeiras receptoras, "vendem sua soberania" a essas mesmas instituições.
Alguém que tinha um montante elevado, transitoriamente, numa conta à ordem, duma dada instituição bancária, foi abordado por um funcionário da instituição, no sentido de abrir conta numa sucursal «offshore» do mesmo banco, para «gerir» esse capital.
Para perceber o grau de generalidade da história, investiguei um pouco a situação das fugas de capitais em Portugal. Fiquei a saber que todos os bancos (incluindo, o banco comercial propriedade do Estado português, a CGD) possuem sucursais em paraísos fiscais, onde contas de empresas e cidadãos abonados ficam fora de controlo do fisco português. Tudo isso é feito com pleno conhecimento e proveito, tanto da classe empresarial, como política.
Nada nos garante que - com políticos deste quilate - as coisas não se mantenham, ou se agravem, quanto à evasão fiscal e recetação de dinheiro «sujo», uma vez que sejam adotadas as CBCD. Um sistema controlado centralmente, é muito virtuoso ou muito corrompido, dependendo de quem o administra, isto é, de homens e mulheres em lugares estratégicos operacionais, de controlo e decisão.
A privacidade dos cidadãos é um bem precioso, do qual só se reconhece o valor, quando este se perde. É exatamente como com a liberdade: Só se aprecia plenamente o seu valor, quando se é privado dela. Porém, as pessoas são iludidas e o matraquear duma propaganda discreta, dá uma conotação positiva às divisas digitais controladas pelos bancos centrais. Assim, já não aparecem como séria ameaça à autonomia dos indivíduos e à sua liberdade, mas a sua introdução é tornada inócua ou sedutora através de mecanismos de publicidade e de incentivo...
A minha leitura do processo do «Great Reset» é de que se trata de um conjunto de manobras estratégicas da oligarquia globalista, para nos forçar a adotar universalmente estas CBDC. Dentro deste processo, torna-se evidente a lógica da perda constante de valor do «dinheiro-fiat», ou seja do dinheiro corrente que usamos, sejam dólares, euros, yens, libras, etc... Note-se que nos últimos três anos, a quantidade de dinheiro eletrónico «imprimido» foi tal que nenhuma hipótese haverá jamais deste ser absorvido em atividades produtivas. São portanto os bancos centrais e os governos ocidentais que estão deliberadamente a liquidar o valor das suas próprias divisas. Quando eles acharem que o valor destas desceu suficientemente baixo, irão introduzir CBCDs com grande pompa.
As pessoas serão incentivadas a «trocarem» o seu dinheiro-papel, que quase não valerá nada, por «valioso dinheiro digital», antes que se feche o prazo. Todas as pessoas irão, a correr, trocar o tal dinheiro «sujo e em papel», que está sempre a valer menos...
Quando isso ocorrer, o «RESET» estará completado no que toca aos aspetos financeiros e monetários. E, a partir daqui, o RESET político e institucional estará praticamente ganho. Pois, que força haverá para se opor eficazmente a um poder hegemónico sobre todos os aspetos da economia, desde os grandes bancos sistémicos, até às compras no dia-a-dia?

segunda-feira, 28 de novembro de 2022

FTX: A MAIOR FALCATRUA DA ERA FINANCEIRA/CRIPTOMONETÁRIA

Muito do que se passa ao nível do mundo financeiro, mas que tem consequências enormes na economia de todos nós! 

Entrevista com Pierre Jovanovic, jornalista económico e autor:


 

BLOCKCHAIN & CRIPTOMOEDAS: VÍDEO EDUCATIVO

                                                  https://youtu.be/mKCcki6azHo

 Este vídeo é falado em espanhol. 

Podes visualizar com as legendas automáticas em espanhol.


Comentário: Desde há longa data tenho acompanhado o desenvolvimento do sector das criptomoedas. Desde há longa data também, tenho avisado para o perigo de tal tecnologia, a «blockchain», nas mãos de um poder centralizador - como são todos os poderes estatais - significar a escravidão para o comum dos mortais, que serão forçados a trabalhar, receber seu salário e consumir, exclusivamente, usando criptodivisas, emitidas pelos bancos centrais. 

Porém, a crise que se abate neste momento sobre as economias do Ocidente, onde o dinheiro «vulgar» - embora, em grande parte digitalizado - está a sofrer um grande abalo, não apenas pela enorme inflação, como pelas políticas absurdas e criminosas dos Estados, pode levar algumas pessoas a apostar em cripto-moedas como meio de salvação das suas parcas poupanças. Quero aqui deixar o aviso de que os poderes, assim como permitiram e até acolheram bem, estes meios especulativos (não repousam sobre nenhum valor real), vão simplesmente desinflar a bolha das cripto-divisas, logo que as moedas digitais emitidas pelos bancos centrais estiverem lançadas. 

Ver este vídeo sobre FTX: https://www.youtube.com/watch?v=PaxKkflGrsc

PS1: Tal como tinha previsto, este artigo AQUI alerta para o facto dos bancos centrais se prepararem para lançar as suas divisas baseadas em blockchain, o que irá definitivamente enterrar  bitcoin e as outras cripto-divisas (mesmo que elas permaneçam legais)  

sexta-feira, 25 de novembro de 2022

HUMOR NATALÍCIO

          «O CÃO COMEU OS CRIPTOs!!»

                                                     HUMOR DE WILLIAM BANZAI


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Simbólica da época em que se vive, esta colagem humorística de William Banzai.

Num registo não humorístico, deixo-vos esta reflexão sobre aquilo que os poderes que nos governam têm estado a fazer e o que se preparam para pôr no nosso sapatinho de Natal (sem nós lhes termos pedido nada!)



                        O CULTO DA MORTE

A morte é o culto que se perfila, por detrás das horrendas formas de matar que os globalistas, os oligarcas do mundo, encontraram para nos liquidar: 

- (1º) o vírus dito de Wuhan, mas talvez vindo de laboratórios americanos... um vírus com assinatura de ter resultado de manipulação em laboratório, dizem cientistas da área. 

- (2º) Depois, a construção da «vacina» que não só não previne a transmissão do vírus, como aumenta a fragilidade do sistema imunitário, sendo a causa direta (talvez devido ao grafeno que contém) de muitas mais mortes súbitas e danos permanentes, que o próprio vírus, que era suposto combater.

- (3º) Desde há uns anos, vem a charada do clima, que serve como pretexto para neste Inverno matar de frio e de fome, pessoas que não morreram do COVID, ou da «vacina» do COVID...

- (4º) Mas, a forma "clássica" de fazer diminuir a população também é usada: A guerra e as suas centenas de milhares de mortes. Mortes em crescendo, pois eles querem que a guerra continue, até ao último ucraniano! Depois desta guerra, já têm na forja outras guerras, com o potencial de se tornarem nucleares

quinta-feira, 17 de novembro de 2022

SOBRE O CRASH DE FTX E AS DIVISAS DIGITAIS DOS BANCOS CENTRAIS

 Toda a construção parece, agora, que se sabe muito mais coisas sobre FTX e seu dono, algo muito frágil e ligado ao meio corrupto da política americana. Mas, embora as perdas para o dono e para os investidores em criptos sejam avaliadas em mais de 20 biliões de dólares, pode considerar-se que o mundo não ficou mais pobre. Porquê? Porque a imensa maioria das pessoas, AGORA, não vai colocar as suas poupanças em veículos tão especulativos, em que se arriscam a perder tudo se a plataforma onde colocaram os seus bitcoins e outras cripto, entrar em falência

Agora, também se perfila no horizonte próximo a possibilidade de entrada em vigor de divisas cripto, emitidas pelos bancos centrais ocidentais. É verdade que o país mais avançado nesta digitalização a 100%  do dinheiro é a China, que colocou experimentalmente, em várias províncias, cripto-Yuan em circulação. Porém, aquilo que transparece dos estudos dos BRICS e de uma série de países a eles associados, é que a própria ideia de  nova divisa de reserva mundial, que de facto seja aceite como tal, não pode ser a divisa nacional, seja de que país for.



O reino do dólar como moeda de reserva, «obrigava» a que os EUA tivessem défices comerciais e da balança de pagamentos permanentes, em ordem a fornecerem o mercado mundial em dólares, sempre «consumidos» pelos diversos países - amigos ou inimigos dos EUA - no comércio e nas operações de financiamento internacionais. Além disso, os EUA não resistiram à tentação de se aproveitarem, de todas as maneiras, do seu monopólio de emissão da moeda de reserva mundial. Com efeito, o défice crónico da balança de pagamentos e comercial dos EUA era suportado pela emissão de dólares, os quais deixaram de estar indexados ao ouro desde 1971. Isto significa que os EUA recebiam matérias-primas e produtos manufaturados, que eles «pagavam» com pedaços de papel. Estes, apenas eram aceites porque os outros países os aceitavam também como forma de pagamento. Este sistema era gerador de inflação, visto que os EUA têm emitido muito mais dólares, do que os mercados financeiros e comerciais mundiais conseguem absorver. A crise mundial de inflação, agora em curso, não é mais do que a consequência de 8 anos de «quantitative easing» pela FED.  Agora, nem a Arábia Saudita está muito interessada em que lhe paguem o petróleo em dólares. Logicamente, estando o reinado do dólar a chegar ao fim, pode-se imaginar que os que desenham a nova moeda de reserva mundial, queiram evitar para esta os defeitos de que sofria o dólar, enquanto desempenhava esta função.  

- É verdade que os cidadãos de um determinado Estado, se lhes impuserem que a sua moeda seja digital, não terão muitas hipóteses de evitar usá-la no quotidiano. Por isso, as moedas digitais emitidas por bancos centrais, têm garantidos os mercados internos dos respectivos países. Mas, para terem aceitação inequívoca, ao nível internacional, têm de ser mais do que «digitais», têm de estar indexadas a algo de tangível, como matérias-primas estratégicas e/ou metais preciosos. É nesse sentido que caminham os que estão a construir uma nova moeda de reserva mundial. Provavelmente existirá um cabaz de moedas nacionais e que inclua também certas matérias-primas e metais preciosos. Isto significa que será uma moeda digital mundial muito estável, com um câmbio estável, não só para as divisas presentes no cabaz, como para as outras. Outra vantagem para os países detentores da nova unidade de valor monetário será terem acesso às matérias primas e ao ouro.

- O corte entre os blocos «euro asiático» e o «ocidental/anglo-americano» vai dar-se não somente em termos de alianças militares, mas também de blocos comerciais e espaços de circulação de divisas internacionais: Se as hostilidades se agudizarem e prolongarem, pode mesmo acontecer que não haja convertibilidade direta entre as moedas de reserva que vierem a ser adotadas num e noutro campo. 

PS1: Parece que o dono de FTX, « Sam Bankman-Fried-on-Amphetamines » era, não só um drogado, mas também tinha o cérebro bastante afetado. Então, o autor do artigo seguinte coloca a questão de Sam ser apenas um simples joguete ("patsy"), tendo por detrás a manipulá-lo alguém poderoso: 

https://www.unz.com/kbarrett/sam-bankman-fried-on-amphetamines/

terça-feira, 17 de maio de 2022

DINHEIRO DIGITAL, INFLAÇÃO E OS MITOS ECONÓMICOS DO PRESENTE





Segundo Alasdair Mcleod, não existe nada mais difícil de explicar em economia, do que a subida dos preços. Vale a pena ler o seu artigo. Não irei repeti-lo ou resumi-lo, neste apontamento.

Apenas quero manifestar o meu estranhamento pela forma despreocupada como muitos cidadãos estão olhando para a presente vaga de inflação. 
Todos deveriam saber (mas não sabem) que a inflação é - em última análise - um fenómeno monetário. Ou seja, está correlacionada com a quantidade «excessiva» de moeda (papel/digital) em circulação dentro de um país e no mercado internacional. Essa massa monetária «anda à procura» de se investir em bens de consumo ou em ativos financeiros. A parte entesourada pode aumentar também (o dinheiro líquido, ou «cash») mas, este efeito não acontece em grande escala, no contexto atual. 
As pessoas são fortemente empurradas para investirem suas poupanças, quer em ações ou obrigações, quer em índices ETFs, como se estes ativos financeiros tivessem a propriedade «mágica» de superar crises e de serem capazes de conservar o seu valor, quando tudo estiver a ruir à sua volta. Não conseguem. 
O que acontece, é retornarem ao seu valor intrínseco, ou próximo dele: o valor do papel-moeda, nesta situação é zero, ou próximo de zero. Assim é com todos os ativos avaliados em termos de moedas «fiat».

 A única possibilidade de escapar ao efeito triturador da inflação sobre os ativos, é convertê-los em bens cuja existência seja independente dos acasos da finança especulativa: os terrenos, o imobiliário, os metais preciosos, os objetos de arte e coleção. 
Todos os outros estão sujeitos a que seu valor se reduza a zero. De que serve ser-se «trilionário» em dólares do Zimbabwé, se isto significa ter a capacidade aquisitiva para comprar três ovos de galinha?

A mudança em curso é desejada pelos bancos centrais. Não pensem que eles estão a fazer as coisas pelo melhor, mas que são «desastrados» ou «estúpidos» e sai-lhes tudo ao contrário! 
- Não, quem pensa assim é que está a ser estúpido! 
- Se analisarmos informação pública vinda do BIS (Banco Central dos Bancos Centrais), dos Bancos centrais principais (FED, BCE, Bank of England, PBC, etc.) e de governos, vemos claramente que estão numa corrida para DESTRUIR O VALOR DAS SUAS RESPECTIVAS DIVISAS. Isto parece absurdo, à primeira vista. Mas o contexto é tudo; é que se acumulou dívida, toda a espécie de dívida - pública, privada, corporativa, soberana, etc.
Estão desesperados por encontrar uma saída para esta dívida monstruosa, que já começa seriamente a afetar os seus negócios e portanto a sua taxa de acumulação. Encontraram a digitalização do dinheiro a 100 %, como fórmula mágica, que irá fazer «desaparecer» o problema. Na teoria, essa dívida nunca desaparece; mas na prática sim, porque quem não tiver capacidade para pressionar o sistema judicial e político, para reaver o que lhe devem, ficará espoliado, na prática. 

Por isso, fazem tudo para tornarem inadiável, impossível de evitar, a tal introdução das DIVISAS DIGITAIS EMITIDAS PELOS BANCOS CENTRAIS. Esta é a razão pela qual a oligarquia está freneticamente comprando terrenos, casas, bens diversos e ouro, muito ouro; porque ela sabe perfeitamente o risco de manter o grosso da sua fortuna em papéis sujeitos a especulação. 
Sabe perfeitamente que apenas se deve atribuir pequena fração dos ativos a investimentos muito arriscados. Nestes, também se inclui o bitcoin e todas as criptomoedas emitidas fora do controlo dos Estados. 
Isto porque, no momento que os governos e bancos centrais decidirem (de repente), esse instrumento deixará de possuir qualquer valor: basta que seja interdito ser transacionado por «moeda digital estatal», entretanto instaurada pelos Estados e Bancos Centrais. 
Neste momento, o detentor de criptomoedas «livres» pode usar essas, apenas e somente, como quando usa «notas de banco do Monopoly» só possuindo valor dentro desse jogo.

Neste momento,  já alguns compreenderam o jogo, fazem tudo para empurrar as pessoas da classe média empobrecida para o precipício das bolsas, dos índices, os hedge funds, das criptomoedas
Eles sabem que estão a arrastar as pessoas honestas e crédulas para algo muito mau, mas eles não fazem isso por maldade pura e gratuita. 
Fazem-no porque é a maneira deles próprios se «desencravarem», de vender tais ativos, que estão na «estratosfera» agora e ainda irão mais alto, isto é, até desaparecerem como fumo. 
Perguntem sempre a vocês próprios se alguém tem, ou não, interesse próprio («skin in the game» Nassim Taleb) ao fazer uma determinada projeção, ao sugerir esta ou aquela estratégia.



O meu interesse é simplesmente avisar os meus concidadãos. Sei que a crise será profunda, duradoura e destruidora. Talvez algumas pessoas amigas, conhecidas ou desconhecidas, me leiam e compreendam que eu não tenho motivação de lucro pessoal, para dizer o que estou a dizer. Tão pouco tenho motivação ideológica deste tipo. 
Apenas sei que quanto mais miséria, violência, destruição houver no mundo e - também - à minha roda, mais miserável vai ser a minha vida e a vida dos que eu amo.

Voltando ao artigo de A. Mcleod, penso que o título é irónico, pois a dificuldade de compreender a questão da inflação, é nula. A questão é que os interesses colocam todo um jogo de espelhos e de nevoeiro, para tornar incompreensível a questão da inflação ao «não-iniciado». Com efeito, é com a ignorância alheia que os trapaceiros conseguem manter seus «esquemas de Ponzi» a funcionar, é assim que continuam a enriquecer à custa da falência alheia.

quinta-feira, 30 de setembro de 2021

A ÚNICA RESERVA GLOBAL DE VALOR QUE REALMENTE CONTA

Quando Janet Yellen vem afirmar que os EUA nunca*, no passado, tinham faltado às suas obrigações financeiras para com os detentores de obrigações do tesouro dos EUA, estava a querer fazer passar uma imagem, que ela própria sabia não ser rigorosa.

                                     Desde a criação da FED (1913): valor do dólar US

Com efeito, aquando do decretar da interdição da posse de ouro pelos particulares por Roosevelt em 1934, o dólar foi efetivamente desvalorizado em cerca de 40%, em relação ao ouro. No entanto, o ouro continuou sendo o padrão das diversas divisas, incluindo do dólar. Os investidores que tinham comprado obrigações do tesouro dos EUA chamadas «liberty bonds» - que, num sistema «padrão-ouro» correspondiam a pouco mais de 20 dólares por onça de ouro - tiveram de contentar-se em receber o principal em «novos» dólares (35 US$ por onça de ouro), não naqueles que tinham investido, inicialmente.

Uma segunda e bem conhecida falta de pagamento (default) foi o despegar definitivamente do dólar do padrão ouro, em 1971 por Nixon, ao decretar que fechava «provisoriamente» a convertibilidade do dólar em ouro. No sistema de Bretton Woods, os bancos centrais, dos países aderentes ao acordo, podiam trocar (até 1971) os dólares - detidos em reserva - por ouro, ao câmbio oficial de 35 dólares US por onça de ouro. Assim, os EUA falharam o seu compromisso de Bretton Woods. O ouro sofreu uma subida espetacular no mercado mundial, de 35 dólares a onça, para mais de 800 dólares. Os países aderentes ao acordo de Bretton Woods foram prejudicados com a falta dos EUA: a partir desse momento, um banco central que quisesse comprar ouro, teria de ir ao mercado abastecer-se pagando um valor múltiplo do que anteriormente lhe era garantido.

A terceira falta e a mais grave, é a que ocorre atualmente e tem ocorrido regularmente. Falo da inflação, do efeito de desvalorização das divisas, depreciando o seu poder de compra, logo o valor efetivo. Se és pago com 100 dólares e essa soma ficar a «dormir debaixo do colchão» (ou numa conta bancária a juro zero, ou quase zero) irás verificar, após alguns anos, que a referida soma de 100 só compra aquilo que antes podias adquirir com 50, ou seja, sofreste uma perda do poder de compra de 50%. Atualmente, calcula-se que a perda do valor do dólar US em termos de poder de compra, desde a famosa falcatrua de Nixon em 1971, é de cerca de 98%, por outras palavras, compras hoje por 1 dólar, a mesma coisa que em 1971 compravas por 2 cêntimos.

As outras divisas não fizeram um percurso muito melhor, foram perdendo poder de compra. Na zona euro, a transição oficial dos pagamentos em moedas nacionais para a nova divisa, originou uma inflação «escondida» e instantânea: Em Portugal, foi cerca de 50-60 %. Os novos preços, em euros, correspondiam a uma vez e meia, em média, os preços em escudos. O mesmo aconteceu com as outras divisas mais fracas, que aderiram ao sistema monetário instaurado em Maastricht.

A razão da persistência de um sistema (as divisas «fiat») tão imperfeito e injusto, é simples: os Estados têm vantagens com este sistema, ao contrário de todos os outros agentes económicos: pessoas, empresas, instituições. Os Estados pagam nominalmente as dívidas, mas em dinheiro desvalorizado; se pediram um empréstimo há vinte anos, agora pagam o principal numa moeda cujo valor é metade, ou menos, do seu poder de compra de há 20 anos atrás. 
Quase ninguém pode ter vantagem num tal sistema. Mesmo pessoas que têm muitas dívidas, e cujo valor nominal dessas dívidas desceu em relação ao seu valor real, só terão vantagem numa tal situação, se conseguirem uma atualização de seus rendimentos (do trabalho, ou doutras proveniências) bem acima da taxa de desvalorização do dinheiro. Por exemplo, se a desvalorização do dinheiro fosse de 2%, teriam de ter um acréscimo líquido bem acima dos 2%, pois os juros das dívidas também crescem com a inflação. Caso contrário, terão de trabalhar mais (ou ter mais rendimentos) para pagar os juros e o capital em dívida.

O problema, com este sistema «fiat», é que tudo é dívida: são dívida, as obrigações do tesouro dos diversos Estados, as obrigações das empresas. A criação monetária pelos bancos centrais é dívida; o dinheiro escriturário criado pelos bancos, quando fazem empréstimos, é dívida. O que recebemos em pagamento de bens que vendemos, ou do nosso trabalho, não é «dinheiro», mas dívida.

                                     Tabela com a dívida total, números oficiais e atuais, do governo dos EUA

A dívida existe mas, a probabilidade dela ser cobrada, releva de outra coisa que não dos meros cálculos financeiros. Releva da real ou estimada possibilidade de honrar essa dívida, ou seja, da confiança.
Quando um país possui o exorbitante privilégio de emitir dívida, sem nunca ter qualquer preocupação em pagá-la realmente, pois vai emitindo mais dívida para cobrir as dívidas anteriores e o mundo inteiro aceita isso, é preciso haver uma grande, enorme confiança na capacidade industrial deste país, na sua solidez no plano institucional e político. 
Mas os EUA, hoje em dia, já não oferecem nenhuma dessas garantias, ao contrário das primeiras décadas após a IIª Guerra Mundial. Nessa época, o dólar era considerado «tão bom como o ouro».
Agora, nem a força bruta (veja-se o Afeganistão) pode impressionar os outros. O que uma parte do mundo vê, é que tem trocado seus bens, as matérias-primas, os produtos, agrícolas ou industriais, resultantes do trabalho dos seus povos, por «bilhetes verdes», que possuem cada vez menor poder de compra. Ou seja, os povos e seus governos, começam a tomar consciência de que estão a ser duplamente esbulhados das suas riquezas.

A confiança já não existe. Isto não é de agora. Pelo menos, desde as brutais guerras no início deste século, já ninguém - aliados inclusive - confia nos EUA. Ninguém acredita na bondade e sinceridade dos EUA, como sistema económico, ou como parceiro geoestratégico. É notório como - repetidas vezes - eles deixam cair aliados que já não lhes interessam. Sem confiança, não há possibilidade de comércio, de intercâmbio e de cooperação. Sem confiança, não existe motivação para um país prescindir de medidas de soberania, como taxas alfandegárias, etc. que protegem da concorrência internacional os bens produzidos pelas indústrias nacionais respetivas.

Ficam apenas a força bruta imperial, a intimidação, a chantagem, a criação do medo nos povos e nos seus dirigentes. Cedo ou tarde, a mudança surgirá. Mesmo no interior dos EUA, já existe um número elevado de pessoas conscientes de que o sistema está viciado contra elas, contra as pessoas não-privilegiadas.

Historicamente, o ouro foi e continua a ser visto como metal monetário. Por isso, os bancos centrais de diversos países têm conservado o seu ouro e, mesmo, nos últimos anos têm aumentado significativamente suas reservas. O ouro é tangível, é muito estável, tem propriedades físicas que o tornam realmente o mais apropriado para servir como reserva de valor. Em todo o mundo, é reconhecido e, em todas as áreas da indústria (não apenas na joalharia), existem aplicações para o ouro. 
Uma grande crise poderá destruir divisas, mesmo as tidas como fortes e também as criptomoedas, num instante. Num instante igualmente, todos os ativos financeiros denominados em dólares, euros, yen, libras, yuan, etc, ficarão a valer zero, ou próximo disso. 
O imobiliário, estando hipervalorizado, sofrerá uma quebra brutal, mas os edifícios permanecerão, somente o seu valor de mercado ficará muito diminuído, especialmente numa crise profunda, arrastando-se por muitos anos. 
Os objetos valiosos, como peças de coleção ou peças de arte, ficarão, não serão destruídos, mas -também aqui- será difícil conseguir, no curto prazo, obter algo equivalente (em valor real) ao que pagou na compra.
Restam os metais monetários, a prata e o ouro, que podem ser guardados e transportados em quantidades pequenas, de forma discreta. Num primeiro tempo, poderão sofrer um abalo, no momento em que a estrutura financeira ruir, mas - em breve - serão ainda mais preciosos e úteis, face à perda total de confiança no papel-moeda e com a provável imposição de cripto-moedas estatais, como única forma de pagamento.
O ouro, considero-o a única reserva de valor nas mãos dos cidadãos, que está segura e que talvez volte a ser um meio de pagamento corrente. Foi assim no passado. Não faz sentido comparar o risco de se possuir ouro**, com o de possuir criptomoedas, que podem ser criminalizadas pelos Estados (veja-se o caso recente da China) ou hackeadas; estão constantemente a surgir notícias de golpes nos «porta moedas» (wallets), ou os centros de câmbio (exchanges).
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(*) Janet Yellen: “The US has never defaulted. Not once.”

“Doing so would likely precipitate a historic financial crisis,” Yellen wrote. “Default could trigger a spike in interest rates, a steep drop in stock prices and other financial turmoil.”

(**) O ouro foi sempre o melhor meio de conservar valor ao longo do tempo. Isto tem sido verdade ao longo de 5000 anos. Por isso, devíamos todos avaliar o preço das coisas em peso de ouro, e não em euros, dólares, ou outra divisa «fiat». Por exemplo, um «Big Mac» em dólares, custava cerca de 60 cêntimos, quando Nixon despegou o dólar do ouro, em 1971. Agora, o mesmo «Big Mac» custa 4 $: Isto corresponde à perda de 85% do valor do dólar. Faz ainda mais sentido avaliar bens tais como propriedade imobiliária, carros, etc. em onças ou gramas de ouro, comparando o preço atual, com o preço ao longo dos anos. Assim, podemos ver qual a evolução real dos preços, porque eliminamos a contínua desvalorização das divisas «fiat».  A inflação, maior ou menor, das divisas «fiat» ao longo do tempo, não nos permite usá-las para uma avaliação acertada, porque um dado valor em «dólares constantes» ou noutra divisa, pressupõe que a inflação cumulada foi rigorosamente medida. Sabemos que isso não é assim. Sem dúvida, que os índices de inflação têm sido estimados (muito) abaixo da realidade.

terça-feira, 7 de setembro de 2021

DESTRUIÇÃO SISTEMÁTICA DAS POUPANÇAS, SALÁRIOS E PENSÕES

Quando as pessoas ouvem falar do «Great Reset» ou «Grande Reiniciação», pensam, geralmente, como algo que acontecerá no futuro. Além disso, a média dá notícias, como se incidisse «apenas» sobre os grandes acordos monetários, um «Bretton Woods II», algo que se passaria longe da economia do dia-a-dia, da nossa vida. Mas, na verdade, isto é um truque dos poderosos, com a conivência da média económica.

Vou tentar explicar claramente por que razão...
(a) o «Great Reset» está em curso e em fase adiantada
(b) isso tem tudo a ver com nossas vidas pessoais (pensões, ordenados, poupanças, contas bancárias)
(c) o completar do plano - com a total digitalização das divisas - equivale à nossa transformação em servos da gleba face aos senhores feudais globalistas.

Mas comecemos pelo princípio: O sistema de Bretton Woods, o sistema monetário instaurado em 1944, assumia-se ancorado ao padrão-ouro, mas esse ouro só podia ser remido de um banco central para outro banco central. O dólar US funcionava como moeda de reserva, tendo uma paridade fixa (35 dólares /onça de ouro troy) e todas as restantes divisas iriam ter indiretamente ligação ao ouro, através da cotação ao dólar.

Em 1971, há meio século, Nixon fez uma mudança, instigado pelos seus conselheiros, vendo a dívida dos EUA aumentar, pelo lançamento, alguns anos antes, de ambiciosos programas sociais pela administração Johnson e pela intensificação da guerra do Vietnam, a qual absorvia, além de muitos americanos jovens (criação do serviço militar obrigatório), quantidades enormes de dólares para alimentar a máquina de guerra. Por outro lado, os parceiros dos EUA estavam cada vez mais suspeitosos da sua solvabilidade e da cobertura em ouro do dólar. Eles tinham adotado a prudente estratégia de pedir que os dólares em excesso nos cofres dos seus bancos centrais fossem remidos em ouro. Isso aconteceu, nomeadamente, com a França e com a Grã-Bretanha. A declaração de Nixon, a 15 de Agosto de 1971, decretando a não convertibilidade «provisória» do dólar em ouro, foi de facto, um incumprimento contratual («default») pelo Estado que tinha sido o principal arquiteto (e beneficiário) do sistema instaurado em Bretton Woods.

O resultado deste estado de coisas arrasta-se até hoje, em que não apenas o dólar, como todas as divisas, em todo o mundo, são mantidas numa «paridade flutuante». As cotações são baseadas na «confiança» nos respetivos governos. É o significado do nome latino «fiat». Em bom português, as divisas têm como fundamento o sopro do vento, o ar.

O sistema passou - em 1971 - a ser baseado, exclusivamente, no crédito. Se um determinado governo e, por extensão, o respetivo banco central, «merecem confiança» dos investidores, estes não terão problemas em emprestar-lhes dinheiro (comprando obrigações, ou bilhetes do tesouro). As obrigações do tesouro desse país deveriam teoricamente dar um juro suficiente para atrair os investidores. O juro remunera o tempo em que o título (a obrigação, ou outro instrumento de crédito), está em dívida, para compensar o investidor que emprestou o dinheiro. Porém, se houver desconfiança quanto à solvabilidade daquele Estado, ou sua vontade em restituir o dinheiro emprestado, os juros subirão na proporção dessa desconfiança.

O sistema monetário baseado no crédito tem como pilar fundamental os bancos centrais, que emitem divisas (notas de banco ou equivalente eletrónico), para cobrir as emissões de dívida dos respetivos Estados. Se não houvesse a participação dos bancos centrais nos leilões da dívida dos Estados, esta teria - com certeza - um juro mais alto. Há cerca de dez anos, os leilões de dívida dos «PIIGS» passaram a ser cobertos regularmente pelo Banco Central Europeu, de tal maneira que aqueles têm conseguido colocar a dívida apesar dos juros ridículos, iguais ou mais baixos que as emissões de dívida dos EUA ou doutros Estados, muito mais sólidos que os países do Sul da UE (que essa perceção de solidez seja certa ou errada, não está em discussão, aqui).

A distorção permanente do valor do dinheiro (1), ou seja dos juros da dívida, tem consequências. Note-se que todo o dinheiro é «fiat»: Neste sistema, o dinheiro, não é mais do que dívida.

Uma grave consequência disto, é a perda de poder aquisitivo das pensões. Com efeito, o sistema de pensões está baseado no princípio de se dar na fase ativa profissional, para se reaver através de uma pensão, uma quantia fixa, recebida quando, por idade ou por deficiência, já não se pode trabalhar.

Ora, as pensões são atacadas de duas maneiras: uma, pela perda do poder de compra do dinheiro. Se os objetivos de inflação de 2% anuais do BCE ou da FED fossem cumpridos (2), as pessoas reformadas perderiam em 10 anos, pelo menos 20% ou mais, em poder de compra da sua pensão, o que não é nada trivial. Estas pensões quase nunca são aumentadas e quando o são, os aumentos são tardios e insuficientes para cobrir a perda de poder de compra.
Outra forma de ataque, deve-se ao facto dos fundos de pensões terem dificuldade em obter a rentabilidade mínima para se (auto)sustentarem no longo prazo, devido à descida radical dos juros. Esta descida incita os fundos de pensões a aumentarem, cada vez mais, a proporção de investimentos especulativos (bolsa, etc.), arriscando no casino financeiro as garantias de pagamento das pensões.
Quanto aos salários: Em teoria, os trabalhadores podem, mediante lutas reivindicativas, conquistar melhorias salariais. Isto, porém, não existe hoje, em múltiplas situações, porque as pessoas são sujeitas a emprego precário, a repressão das atividades sindicais é uma realidade e devido a outras circunstâncias, os salários reais (em termos do seu poder de compra) têm diminuído.

Mas, todo o dinheiro é crédito. Quando as pessoas pedem um crédito ao banco, para compra de uma casa, por exemplo, este dinheiro é escriturário: ou seja, o banco inscreve determinada soma na conta bancária do cliente e este fica a dever-lhe prestações mensais mais os juros, durante o tempo do contrato. O dinheiro não existia antes, não foi retirado da conta doutros clientes, ou dum fundo pertencendo ao banco. Foi criado «ex-nihilo». Aliás, a maior parte do dinheiro em circulação é gerado desta forma.
O dinheiro que os devedores do banco pedem emprestado, deve considerar-se uma ficção, em última análise. Mas, TAL NÃO É O CASO do dinheiro gerado pelas atividades económicas dos mesmos clientes. Foram estas atividades que permitiram que eles tivessem um excedente (sobre a satisfação de suas necessidades imediatas) e, com ele, pagassem as prestações. Digo que não é o caso, pois esse dinheiro foi gerado em retribuição de trabalho (e mesmo se foi de rendimentos, indiretamente resulta do trabalho de alguém).
Portanto, o dinheiro real (resultante da atividade económica) serviu para extinguir a dívida contraída junto do banco, mas essa dívida constituiu-se com CAPITAL FICTÍCIO.
Aliás, a prova disso é que quando a dívida se extingue, esse dinheiro também se extingue. No fundo, o que o banco esteve a fazer, foi trazer para o horizonte temporal do presente, a soma necessária ao cliente para obter determinado bem material (uma casa, neste exemplo), sendo essa soma paga num intervalo de tempo, com a taxa de juro calculada, tendo em conta a desvalorização do dinheiro nesse intervalo de tempo, mais a remuneração (lucro) do banco.

Visto que tudo funciona com base no crédito, os juros de referência dos bancos centrais tornam-se ainda mais importantes, pois servem para determinar os restantes juros. São também importantes para avaliar a rentabilidade do capital investido.
Ora, a mais ostensiva falsificação do valor do dinheiro «fiat», começa com as catadupas que foram vertidas a partir de 2008 no sistema financeiro, sobretudo nos bancos ditos 'sistémicos', para estes não colapsarem, mas sem qualquer contrapartida. Estes bancos não investiram na economia, não emprestaram para realizar investimentos produtivos, o que teria um efeito multiplicador. Preferiram manter o dinheiro em contas, que eles detêm nos próprios bancos centrais (contas onde guardam os excessos de reservas), recebendo um juro minúsculo, mas seguro. Alternativamente, emprestaram a grandes empresas tecnológicas (Google, IBM, Apple, etc., etc.) e outros gigantes que, por seu turno, usaram este crédito muito barato para auto-compra das ações. Desta forma, aumentam a cotação bolsista das suas próprias empresas e arrastam os especuladores a comprar essas ações.

Na base da bolha enorme, que se observa em todas as grandes bolsas mundiais, estão - sem dúvida - os bancos centrais e sua deliberada estratégia. A teoria (falaciosa) deles, é de que isso dá aos indivíduos uma perceção subjetiva duma economia a funcionar bem, o que os iria encorajar a investir e a consumir.
Esta conversa já não nos deveria enganar, pois:
- Primeiro, muitas pessoas ignoram completamente, ou veem de longe o mercado de ações;
- Segundo, os investidores normais não têm acesso a créditos com juros de favor, que as grandes empresas obtêm para jogar na bolsa. Para o comum dos mortais, as taxas de juro, de empréstimos para estes ou outros fins, estão longe de ser próximas de zero;
- Terceiro, as pessoas (já) não têm capital disponível para investir em bolsa, pelo menos de um modo significativo, pois os salários perderam muito do seu poder de compra, nestes últimos 30 anos. Por esse motivo, aliás, cada vez mais compram a crédito bens de consumo, estudos, ou férias, que dantes pagavam a pronto, ou com as pequenas poupanças que faziam.

A destruição do valor das divisas fiat, é uma estratégia deliberada dos governos e bancos centrais, para minorar a enorme dívida que se acumulou:
Primeiro, houve a crise de 2008, depois a continuidade da economia deficitária, mas convenientemente ocultada e, finalmente, a chamada «crise do COVID», que veio mesmo no tempo exato, ocultar a disfunção no coração do sistema, nomeadamente, o financiamento interbancário (o «Repo market»).
A partir de Março de 2020, os bancos centrais têm vindo a acelerar a impressão monetária, a um ritmo tal, que será impossível qualquer «atenuação». Basta pensar no que aconteceu em dezembro de 2018, após alguns meses de redução (apenas redução!) dessa impressão monetária. A FED teve de inverter completamente a sua política, sob pena duma crise, financeira e monetária, rebentar com efeitos brutais na economia real.
Foi exatamente o que se passou em Março de 2020, mas numa escala ainda maior. O discurso sobre futura redução do caudal («tapering») é para adormecer os incautos e para satisfazer os governos, que também precisam de adormecer seus eleitores.
De facto, os bancos centrais preparam-se para a destruição final do dinheiro «fiat». Estão ativamente a preparar o lançamento de «criptomoedas», centralizadas, por eles produzidas e controladas. Nessa altura, a digitalização do dinheiro será completa. Não será possível comprar um objeto ou serviço, com dinheiro-papel. O dinheiro-papel poderá ficar como objeto de coleção, tal como certas emissões de selos de correio, somente compradas por filatelistas, ou moedas em ouro ou prata, para os numismatas colecionarem.

Interessa à oligarquia e aos governos que as pessoas guardem o dinheiro inteiramente à mercê deles, nas suas contas eletrónicas. Elas não poderão fazer sair esse dinheiro, senão gastando-o. Mas, qualquer gasto terá a «impressão digital» indelével, pelo que tudo o que fizermos estará totalmente sob escrutínio das grandes corporações e dos Estados.

Além disso, podem estes sistemas de dinheiro 100% digital, aumentar a eficácia da coleta de impostos (sobretudo dos nossos, não os dos muito ricos). Não havendo possibilidade de fuga aos impostos, haverá uma punção periódica, calculada em função dos parâmetros do teu rendimento e do teu consumo.
Por fim, os bancos comerciais poderão cobrar taxas sobre os depósitos. Estaremos sujeitos à sua chantagem permanente. Note-se que as pessoas não terão opção: Hoje em dia, podes pagar em dinheiro físico qualquer coisa. Isso não é ilegal, nem sequer é suspeito. De futuro, as possibilidades de fazeres o que entenderes com o teu dinheiro ficarão limitadas. E, não se trata de atividades ilícitas, mas de atividades do dia-a-dia. De futuro, mesmo pequenas despesas deixarão de estar fora do escrutínio dos sistemas de Inteligência Artificial e dos que detêm o controlo sobre os mesmos.

Estamos perante perigos reais para a nossa autodeterminação, privacidade, possibilidades de escolha, para a liberdade dos indivíduos. Além disso, ninguém pode saber em que mãos esses tais sistemas podem ir parar, no futuro. Os sistemas de pagamento digitais centralizados têm demasiados inconvenientes para as pessoas comuns, mas são imensamente úteis para a oligarquia que tudo domina.

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(1) «Os juros negativos são uma aberração. São uma tomada de reféns. Se toda a gente pudesse obter empréstimos com juros negativos, o Euro seria imediatamente destruído.» (da newsletter de Guy de la Fortelle «L'Investisseur Sans Costume»)

(2) Ver inflação real, calculada por John Williams, Shadowstats.com