DEVEMOS ESTAR PREOCUPADOS COM A INFLUÊNCIA DA CHINA NOS BRICS?

 RETIRADO DE: https://thinkbrics.substack.com/

La influencia de China en los BRICS suscita un debate global: ¿su creciente poder traerá cooperación o dominio? Explore en qué se diferencia el ascenso de China, moldeado por valores culturales únicos, de la hegemonía tradicional.

A medida que la fuerza de China continúa creciendo, especialmente después de su reciente vuelo de prueba del avión de sexta generación, se están extendiendo voces de duda y preocupación en medio del asombro constante ante la fuerza militar y económica de China en el país y en el extranjero.

Estas voces de duda y preocupación no son más que si China, después de un aumento tan enorme de fuerza, mostrará actitudes agresivas en algunas organizaciones de cooperación internacional. Por ejemplo, dentro de la organización BRICS, la enorme fuerza política, económica y militar de China “forzará” a otros países más débiles que China a obedecer sus órdenes.

Semejantes dudas y preocupaciones son comprensibles, porque Estados Unidos, como potencia hegemónica mundial, es bien conocido por sus hábitos imperialistas. Estados Unidos ha utilizado su dominio absoluto en el ejército, la ciencia y la tecnología, la política y la economía para coaccionar a otros países no una o dos veces, sino muchas veces.

No sólo eso, sino que Estados Unidos también ha violado abiertamente el derecho internacional, invadido armadamente otros países y cultivado agentes proestadounidenses en diferentes países. Su comportamiento hegemónico ha hecho sufrir a países de todo el mundo.

Es precisamente debido a la coerción y persecución de países de todo el mundo por parte del imperialismo estadounidense que los países de todo el mundo naturalmente tienen las mismas dudas y preocupaciones ante el ascenso de China. Esto es comprensible.

Desde el estallido de la SMO rusa en Ucrania , la disminución de la influencia global de Estados Unidos y Occidente ha sido un hecho indiscutible. En particular, la flagrante utilización del dólar como arma por parte de Estados Unidos y el congelamiento de las reservas de divisas de Rusia han despertado el resentimiento de países de todo el mundo y desencadenado una ola de desdolarización global. La hegemonía del dólar es la base de la hegemonía estadounidense. Si estos cimientos se tambalean, entonces el hecho de que Estados Unidos está cerca del fracaso total será visiblemente evidente.

El declive de Estados Unidos y el ascenso de China se han convertido en una tendencia irreversible. Es inevitable que China se convierta en la nueva fuerza dominante en el mundo. La pregunta ahora es: ¿Se convertirá China en el segundo Estados Unidos? ¿Utilizará China su posición ventajosa para obligar a otros países a obedecer sus instrucciones, como Estados Unidos?

La respuesta es, por supuesto, no.

Como China no es Estados Unidos, China no aprenderá el comportamiento hegemónico del imperialismo estadounidense. La cultura china siempre ha abogado por la "compatibilidad y aceptación". Bajo la influencia de esta cultura, es imposible que China adopte las mismas prácticas que el imperialismo estadounidense.

Esta cultura enfatiza la tolerancia hacia otras culturas y civilizaciones, así como el bienestar de la promoción común y la prosperidad común, que es fundamentalmente diferente de la hegemonía estadounidense.

Por ejemplo, Estados Unidos y los países occidentales han estado acusando a la iniciativa "La Franja y la Ruta" de China de ser una llamada "trampa de la deuda", y su verdadero propósito no es más que desacreditar la iniciativa "La Franja y la Ruta" de China y obligar a otros a países a mantenerse alejados de él. Sin embargo, esto es completamente falso.

Porque la mayoría de las deudas de los países que participan en la Iniciativa de la Franja y la Ruta son deudas privadas no estatales.

Tomemos como ejemplo a Sri Lanka. Según datos del Tesoro de Sri Lanka , a marzo de 2024, Sri Lanka tiene una deuda externa total de 27.600 millones de dólares, de los cuales los acreedores privados representan la mayor proporción, el 53,6%, los acreedores multilaterales representan el 20,7% y China representa el 20,7%. por sólo el 10,9%.

NPC – Club No-París | PC – Club de París

La misma situación ocurrió también en Pakistán. La deuda externa total de Pakistán fue de 125.702 millones de dólares estadounidenses, de los cuales los préstamos de China ascendieron a 20.375 millones de dólares estadounidenses, lo que representa el 16,2% de la deuda externa total de Pakistán.

En cuanto a Kenia, en marzo de 2024 , la deuda externa total de Kenia era de 32.220 millones de dólares, de los cuales el 46,3% procedía de instituciones financieras multilaterales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, mientras que la deuda de diversas entidades chinas representaba solo el 17,2%.

Según un informe de 2022 del African Policy Institute , desde 2011, alrededor de tres cuartas partes de los reembolsos de la deuda de los países del África subsahariana se han pagado a tenedores de bonos y préstamos comerciales, que son los mayores acreedores de África.

Además, aun así, China no ha escatimado esfuerzos para perdonar las deudas de los países africanos. Incluso los medios estadounidenses y occidentales tienen que admitirlo. Según VOANews , China ha perdonado 23 préstamos en África, lo que también es una poderosa refutación de la "trampa de la deuda" de los países occidentales.

La hegemonía estadounidense se basa en los genes culturales de los anglosajones que, en palabras de Fausto, son "poder, espacio e infinito". Bajo la guía de esta ideología, la hegemonía estadounidense y británica siempre ha utilizado la fuerza y ​​la intimidación para lograr un gobierno de alta presión sobre los asuntos globales y los países de todo el mundo. Éste es el método consistente utilizado por Estados Unidos y Gran Bretaña para gobernar el mundo.

Pero ésta no es la manera china, porque la cultura china enfatiza la inclusión. La propia cultura china es producto de una mezcla de varias culturas extranjeras. Por tanto, China tiene una tolerancia natural hacia las culturas extranjeras. Ésta es también la diferencia esencial entre China, Gran Bretaña y Estados Unidos.

China está abierta al ascenso de cualquier país y nunca ha considerado ni considerará el ascenso de ningún país como una amenaza al dominio de China en el mundo, porque reprimir a otros países no es una forma que los chinos estén dispuestos a tomar. Por el contrario, tolerar y apoyar a otros países es la política nacional que China siempre ha defendido.

Es necesario porque China tolera y apoya el desarrollo y el ascenso de otros países que China haya lanzado el gran proyecto de la "Franja y la Ruta". En el marco de este proyecto, China ha construido una infraestructura bastante completa para muchos países pobres de África y América Latina. Sólo cuando estos países se desarrollen podrá China desarrollar el comercio con ellos. Esto es beneficioso para los países subdesarrollados de Asia, África y América Latina, así como para el propio desarrollo de China. Esta es una verdadera situación en la que todos ganan.

Para desacreditar la política de "la Franja y la Ruta" de China, Estados Unidos y Occidente siempre han difamado el pensamiento de "ganar-ganar" de China calificándolo de "China gana dos veces", lo cual es completamente inconsistente con los hechos. En el marco de "La Franja y la Ruta", los países subdesarrollados de Asia, África y América Latina han obtenido ferrocarriles, aeropuertos, carreteras y otras infraestructuras importantes completas, mientras que China ha ganado canales para abrir los mercados de estos países. El beneficio mutuo es el verdadero beneficio mutuo.

También es por esta razón que la llamada "trampa de Tucídides" no se aplica a China. Si hay un país que puede superar a China en el futuro, entonces China no lo reprimirá como Estados Unidos, porque la cultura china cree que "la gran tendencia del mundo está gobernada por aquellos con virtud".

Si otros países piensan que pueden liderar el mundo con más poder que China, y este país no busca dañar a China, entonces China puede tomar la iniciativa de ceder la posición del máximo liderazgo mundial a este país, y nunca utilizará diversos medios. para reprimir a este país como Estados Unidos. Esto será beneficioso y no perjudicial tanto para la propia China como para la paz mundial y puede evitar una nueva guerra mundial para los máximos dirigentes del mundo.

Porque una vez que este país se fortalezca, China podrá comerciar con él de manera más efectiva. China presta más atención a los beneficios económicos reales y a los logros reales en materia de desarrollo, y no tiene ningún interés en el nombre falso de "los máximos dirigentes del mundo".

Por lo tanto, no hay absolutamente ninguna necesidad de preocuparse por el crecimiento de la fuerza de China. El ascenso de China será una bendición para la humanidad y felicidad para el mundo. Mientras China crezca, el mundo será pacífico, la humanidad se desarrollará, la economía prosperará y el mundo entero estará bañado por la luz de la paz y la prosperidad. No habrá necesidad de preocuparse por guerras y conflictos. Éste es el mayor significado del ascenso de China.

SE A CHINA IMPLODIR...

    15 Set. - Protesto em Shenzen, de investidores em Evergrande

Tenho acompanhado atentamente nestes últimos anos a situação económica interna da China, embora eu esteja longe deste imenso país, o mais populoso e a segunda maior economia, ao nível mundial. Este país realizou muitos «milagres» passando de país pobre, para um dos mais desenvolvidos e onde muitos milhões foram arrancados à pobreza. Porém, este desenvolvimento também exacerbou desequilíbrios, como o fosso entre ricos e pobres, que não cessa de se alargar (é um dos maiores a nível mundial), o enorme volume de construção para alojar milhões, vindos das zonas rurais do interior para as grandes cidades costeiras e muitas outras questões, que fragilizam a economia do gigante da Ásia. 

Talvez o maior problema económico atual da China seja a existência de um setor imobiliário que durante anos cresceu à custa da psicologia dos chineses: Com efeito, os chineses são dos povos mais poupadores do mundo. As famílias têm esse comportamento, interiorizado por séculos de cultura. Ora, perante a ausência de segurança nos produtos financeiros, visto que na China ainda são mais voláteis e perigosos que nos países ocidentais, os chineses viram no imobiliário um investimento seguro e «sólido» e usaram-no como meio de guardar as suas poupanças, mas também de crescer, nomeadamente pedindo emprestado a bancos locais. 

Por sua vez, estes bancos locais são propriedade ou estão associados aos governos regionais e estes têm interesse em que o imobiliário continue a desenvolver-se: Vai trazer muitos outros negócios, vai implantar novas indústrias, vai fixar as pessoas a essas províncias, etc. 

Mas, os negócios das grandes imobiliárias consistem em «esquemas de Ponzi» (ver o vídeo abaixo) e muitas pessoas ficaram com apartamentos inacabados nas mãos (invendáveis, portanto). Como elas tinham pedido empréstimos a essa banca local, é evidente que estes empréstimos ficarão por pagar. 

Não sei até que ponto e durante quanto tempo, o Banco central da China (por ordem do Partido Comunista) poderá continuar a colmatar as enormes perdas dos referidos bancos. Se eles não fossem recapitalizados, mais de metade já estaria em falência total. 

Os blocos de apartamentos inacabados, ou sem condições de habitabilidade, nas chamadas cidades-fantasma, são um monumental desperdício de matéria, energia, de trabalho e capital. Estes grandes blocos de apartamentos têm sido implodidos. 

O ruir destas aventuras especulativas das grandes imobiliárias, de que «Evergrande» é somente o exemplo mais conhecido no Ocidente, tem muitas implicações, quer ao nível da banca local, quer da confiança dos cidadãos chineses nas instituições e  vai fazer com que os grandes investidores dos países ocidentais saiam da China, onde estavam investidos em setores de ponta, de alta tecnologia. 

Não será exagero pensar que a economia capitalista dinâmica da China, nestes últimos decénios, em que tudo era facilitado para que houvesse um máximo de investimento (sobretudo estrangeiro) na economia, arrisca transformar-se numa economia em marasmo, onde a confiança de investidores chineses e estrangeiros desapareceu e onde o Estado central acaba por sabotar - ele próprio - o Yuan, multiplicando a impressão (eletrónica) monetária, no afã de «resolver» os problemas graves e estruturais da economia, inundando-a com dinheiro frescamente impresso. Estratégia aliás adotada pelos países ocidentais, com os resultados desastrosos que já são visíveis, mesmo pelas pessoas mais míopes! 

Neste vídeo, a apresentadora explica em resumo toda a amplitude da bolha imobiliária chinesa e por que razão se trata realmente dum Esquema de Ponzi. 

A conexão com as economias dos países ocidentais continua a ser muito forte, facto que é obscurecido pelas tensões aos níveis político e de geoestratégia. 

[O documentário é falado em francês. Pode-se acionar a legendagem automática em francês para melhor compreensão.]

 

O PIOR SINAL: «FOGOS-DE-ARTIFÍCIO» DAS AÇÕES NAS BOLSAS

                

                    Figura: um sem-abrigo, algures, numa urbe afluente.

Como muito bem diz Alasdair Mcleod, um surto inflacionário é sempre um fenómeno monetário. Ou seja, não são os preços que aumentam, na realidade, mas o poder aquisitivo do dinheiro que desce.

Esta distinção pode parecer especiosa, mas na verdade não o é. Porque os monetaristas e os keynesianos apresentam sempre o problema como de uma falta de oferta e/ou excesso de procura, nomeadamente dos bens correntes, o que não é quase nunca o caso, aliás. Ou, pelo menos, não é este o motor principal da crise inflacionária. O principal é sempre a falta de confiança nos ativos financeiros, a começar pela própria divisa (dinheiro «cash»), assim como nos instrumentos financeiros, contabilizados nessa (s) divisa(s).

Por que razão se experimenta (como agora) uma subida espetacular nas bolsas, ou em ativos não-financeiros, durante um processo inflacionário?

- Porque, o que se compra, na aquisição de ações, é não-financeiro, na verdade: é uma fatia de propriedade duma empresa. Se esta empresa tem viabilidade e dá lucro, o detentor das ações irá receber dividendos.

- Quando a economia entra em descalabro, em crises inflacionárias, como, por exemplo, na Alemanha em 1920-23, o que acontece? As pessoas com poder de compra e visão a longo prazo, investiram em ações das empresas que estavam muito sub-cotadas, nessa altura, e ficaram ricas. Outras, compraram quarteirões inteiros de prédios, nas zonas centrais das cidades, e também ficaram ricas.

- O Zimbabwé e a Venezuela são outros exemplos de países cujas divisas foram destruídas pela inflação. Numa fase da crise, muitos pequenos investidores  compravam ações nas bolsas respetivas desses países, pois era a única forma de se verem livres de Bolivares ou de Dólares do Zimbabwe, que - a cada dia que passava - perdiam valor.

Eles esperavam que algumas das empresas cotadas em bolsa resistissem e se valorizassem. Talvez assim pudessem recuperar parte dos investimentos feitos. Por isso, assistia-se à subida espetacular nas bolsas de Caracas ou de Harare, com ganhos muito maiores que nas bolsas dos grandes centros financeiros.

Em muitas outras ocasiões históricas, tanto nas bolsas de valores, como no imobiliário, a crise inflacionária tem sido assinalada por subidas exponenciais de certos ativos. É o que os economistas da Escola Austríaca (Von Mises, Hayek...) designaram de «crack-up boom».

Num contexto de instabilidade e de inflação crescente, os alimentos e matérias-primas industriais (metais industriais como o ferro, o cobre, o alumínio, etc.) aumentam brutalmente de preço. O mais notório é o petróleo, condicionando a subida dos restantes produtos. Os combustíveis são indispensáveis, não só para os transportes, como para processos industriais, aquecimento, fabrico de adubos, de plásticos, etc. Praticamente tudo, na nossa civilização, depende dos combustíveis fósseis. Mas, na verdade, quando o preço dos combustíveis aumenta, é o poder aquisitivo do dólar ou das outras divisas, que está a ser erodido.

A confiança da sociedade nas divisas, que se depreciam em relação às mercadorias, é cada vez mais baixa, na proporção inversa da inflação experimentada. As pessoas começam a querer desfazer-se do dinheiro, enquanto este guarda algum valor, pois sabem que no dia seguinte, apenas terá uma fração do mesmo.

Mas estas crises de confiança não são despoletadas por movimentos irracionais das multidões: Elas apercebem-se, de forma intuitiva - algumas de forma refletida - que o valor do dinheiro vai decrescendo.

O «método garantido» para sabotar o valor do dinheiro, é fazer uma impressão excessiva do mesmo. É coisa que os governos e bancos centrais têm feito em grande escala, principalmente após o colapso de 2008. Decidiram imprimir quantidades astronómicas de unidades monetárias e comprar com elas «papeis sem valor» (invendáveis), mas pelo seu valor «nominal». Estes, estavam na posse dos bancos. Foi assim que fizeram para resgatar os mesmos bancos. Infelizmente, estas operações continuaram durante doze anos, sempre com o pretexto de «salvar a economia». Agora, as economias ocidentais estão de rastos, em consequência das políticas dos bancos centrais e dos governos.

No capitalismo, a falência faz parte das ocorrências possíveis para as empresas: Quando isso ocorre, em geral, trata-se de empresas mal geridas, mal dimensionadas, ou que ficaram para trás na competição.

Se, pelo contrário, as empresas (incluindo os bancos comerciais) são protegidas da falência, então, não importa se cometem erros, se os investimentos são mal dimensionados, ou que haja perda de competitividade. Estas empresas têm sempre a "mão caridosa" do Estado ou do Banco Central, para vir em seu socorro.

Muitas grandes empresas e bancos ditos sistémicos, tornaram-se, de facto, parasitas da economia produtiva. São mastodontes ou «elefantes brancos» que acumulam perdas, nunca gerando lucro e sem capacidade para funcionar normalmente. Seria melhor, para a economia do país, elas fecharem as portas. Outras empresas, mais dinâmicas, com maior potencial, irão preencher as partes de mercado deixadas vagas. É esta a dinâmica do capitalismo «clássico». Digo isto, para sublinhar que aquilo a que assistimos nestes 12 anos, é muito diferente.

O efeito Cantillon explica isso. Trata-se do efeito obtido por alguns intervenientes no mercado, devido ao facto de estarem em «primeira fila» para receberem crédito. Se têm acesso fácil, a um juro baixo, terão vantagem competitiva, em relação aos outros, com maior dificuldade de acesso e que só consigam taxas de juro mais elevadas.

Imaginem uma grande empresa de tecnologia (Apple, Microsoft, etc.) e, em comparação, um pequeno negócio. Este último pode ser gerido com prudência, de forma inteligente, fornecendo produtos ou serviços de real utilidade para os consumidores. De qualquer maneira, terá muito maior dificuldade em obter crédito: Se o conseguir, será com juros bem mais elevados que aquelas grandes empresas. 

Mas, além disso, as grandes empresas, para manter artificialmente suas ações sempre elevadas, utilizam o crédito barato para a auto compra das suas ações. Os dirigentes executivos dessas empresas também ganham, pois obtêm bónus mais generosos, pelo facto das suas empresas «levitarem» nas bolsas. O efeito Cantillon, previsivelmente, vai enriquecer os que já são muito ricos e vai tornar a economia menos competitiva, pois impede que pequenas empresas com potencial consigam «descolar».

Tudo o que os bancos centrais fazem, resume-se a falsear a concorrência, adiando o inevitável. Quanto mais se continuar neste processo, mais o valor remanescente do dinheiro vai ser menor. Haverá uma espiral descendente, que destruirá o valor das divisas, mesmo as que parecem «muito sólidas».

A colocação artificial - em valores ridículos - dos juros de referência (obrigações soberanas, a juro negativo!) e a impressão monetária «non stop» em quantidades absurdas, pelos Bancos Centrais, não são apenas uma «arma apontada» às empresas produtivas: São uma arma apontada à cabeça da sociedade no seu todo, porque as dívidas que se acumulam, são, em grande parte, dívidas dos Estados, dívidas que são, já hoje, impossíveis de reduzir.

O mecanismo é simples de compreender: Se a quantidade de juros que os Estados têm de pagar for superior às possibilidades de o fazer, entram em insolvência. Se os mesmos juros fossem deixados variar de acordo com o mercado, atingiriam valores da ordem de 5 a 6 % ou mais. Devido às somas que seria necessário incluir nos orçamentos, estas taxas são incomportáveis para os Estados.

Na realidade, as «curas de austeridade», «congelando» ordenados de funcionários e pensões, quando a inflação é de dois dígitos, é o equivalente a faltar às suas obrigações. O valor nominal pago pelo Estado mantém-se, mas o valor aquisitivo do ordenado ou da pensão, desce a um ritmo brutal.

Os que detêm «dívida soberana» ou obrigações estatais, são as instituições financeiras, os bancos nacionais e estrangeiros. Estes vão receber, durante algum tempo, os juros respectivos. Estas instituições capitalistas são muito menos penalizadas que os assalariados: Poderão ter alguma dificuldade em vender as obrigações nos mercados. Mas os Estados, vão fazer os possíveis para continuar a «honrar» as suas dívidas, quando os seus detentores são capitalistas ou instituições. Têm muito menos preocupação em «honrar» as dívidas ou compromissos assumidos em relação aos cidadãos comuns. São sempre estes que pagam as crises.

Os dirigentes políticos sabem que esta dívida nunca será paga. Eles fingem que não o sabem e continuam a pedir (e obter) empréstimos. Deste modo, levam os seus países à bancarrota. São os causadores das maiores misérias aos seus próprios povos. A revolta e a revolução, são eles que as provocam, afinal!

PERDIDO POR CEM, PERDIDO POR MIL...

 

Sobretudo quando se trata de dinheiros públicos, ou seja, aquele dinheiro que - cedo ou tarde - todos nós teremos de pagar, porque somos nós a fonte donde o Estado vai buscar o dinheiro.

Isto vem a propósito dos biliões que se vão enterrar (ou melhor, vão entrar... e sair) nesse poço sem fundo: 

- Quando a guerra está perdida, quando os próprios ministros do governo Zelensky declaram que só com muitos biliões a podem aguentar porque o Estado ucraniano está falido. Vem, depressa, Úrsula ajudar! 

A ajuda da União Europeia consistirá (para já) em  9 biliões frescos. Eles serão devorados até ao último cêntimo, num Estado falido. Estado esse que é o mais corrupto do mundo. O mais certo, é o dinheiro ir parar às contas do Kolomoisky e outros oligarcas e apoiantes do regime, além das contas off-shore do comediante Zelensky, feito presidente. 

Porém, a palhaçada não acaba aqui, pois o congresso dos EUA já decidiu enviar 40 biliões, para «ajuda». Isto é o negócio do século, para muitos cleptocratas, e não apenas da Ucrânia, também dos próprios países «doadores». (Eu coloco «doadores» entre aspas, pois nós não fomos ouvidos nem chamados. )

Nós, «os servos», dum lado e doutro do Atlântico, apenas servimos para fornecer os tais biliões, com mais impostos, medidas de austeridade, etc. Não há distinções. Os chefes dizem que é preciso enviar tantos biliões para a Ucrânia; e que os súbditos não se atrevam a levantar a voz!

Isto faz-me lembrar um pouco de história recente de Portugal:

- Em tempos de crise profunda, Portugal tinha uma espécie de gestores, que se poderia caracterizar como «abutre dos negócios». Estes gestores, bem vestidos e engravatados, tomavam conta de empresas em falência. Mediante falsas garantias e esquemas de corrupção, conseguiam obter, junto de bancos, empréstimos para «salvar as empresas». 

Estas, já estavam falidas, na prática, mas não tinha sido ainda decretada a sua falência. Porém, os trabalhadores não recebiam salário há meses e as mobílias, as matérias-primas, os equipamentos, eram secretamente vendidos ao desbarato.  

Nem a empresa «a salvar», nem os trabalhadores, viam a cor do dinheiro de tais empréstimos. Os «gestores» tinham a arte de fazer desaparecer o dinheiro sem que se pudesse apontar o dedo, pois «eles tinham feito o seu melhor», para salvar a empresa.

Agora, a comédia macabra tem como cenário a Ucrânia. A sua população não terá outra escolha senão emigrar para terras dos seus «benfeitores», ou então, viver no «Zimbabwe europeu».

Não o merecem; são - para todos os efeitos - irmãos e irmãs de infortúnio. Nós devemos acolhê-los, mas - em simultâneo - devemos denunciar os abutres que se acoitam, a todos os níveis do poder e da casta política, nos países da NATO. Povoam ministérios,  ONGs, administrações de empresas de toda a espécie, mas, em especial, as de «segurança» e de armamento. Para eles, isto é «uma party»!  

O dinheiro vai desaparecer e ninguém se espantará que assim seja. O Estado, afinal, é como uma monstruosa empresa. E sabemos bem que o dinheiro despejado em empresas falidas, é dinheiro perdido. Isto aplica-se aos Estados, também! Embora, no caso dos Estados, esse dinheiro não esteja perdido para todos: Há sempre uns mais iguais que os outros. Há os que enchem os bolsos com uns milhões e vão gozá-los em estâncias de férias bem agradáveis. Quanto aos outros, que fossem espertos e aprendessem com os oligarcas.

Mas, o processo de entrada em falência do sistema Euro, já está bastante avançado; ultimamente sofreu uma aceleração. Vejam como o dólar está «forte» e o euro, como está «fraco». Pois, a divisa europeia vai estar ainda mais fraca. Vai ser um sorvedoiro, até ao rebentamento final do sistema monetário europeu. O sorvedoiro de dinheiro da guerra ucraniana, vai acabar por levar à falência total e irrecuperável e ao rebentamento - de um modo ou doutro - do sistema da União Europeia. 

Os magnates dos EUA ficam a olhar todos contentes, pois a economia americana, por mais disfuncional que seja, vai aparecer aos olhos dos capitalistas, como o «último porto de abrigo» («safe haven») e os capitais do mundo vão afluir de novo aos USA ... Penso que este é o cálculo do lado do Tio Sam. Posso estar completamente enganado; até gostava de estar completamente enganado, mas o cenário para os povos da UE é realmente negro. Os dirigentes ocidentais traíram os seus eleitores, só que estes ainda não o sabem e quando o souberem, já será tarde demais. 

Só desejo que os povos da Europa aprendam, duma vez por todas, com a dura lição que está a desabar em cima de suas cabeças. 

NÃO CULPEM O CORONAVÍRUS PELA CRISE GLOBAL!

A media corporativa, em Portugal, como nos outros países, toma a atitude preguiçosa e convencional de «culpar» a pandemia do Covid-19 pelo colapso de todas as economias, mesmo das que não estão (por enquanto) afectadas por um número de casos significativo.

Sim, estou de acordo em apontar a crise sanitária desencadeada em Wuhan, como o «Cisne Negro» que fez ruir o castelo de cartas em que se tornaram a economia e finança mundiais. 

                             

             A Itália foi somente o primeiro país europeu a sofrer gravemente com o vírus

Mas o coronavírus NADA tem que ver com o facto de que os EUA estão sobre-endividados a todos os níveis: governo, empresas, famílias.

Nem que a China, o Japão e a União Europeia estejam sobre-endividados ao nível dos governos e das empresas.

Os bancos - nos EUA, como da UE - estão fortemente sob pressão pelos activos «tóxicos» que possuem (empréstimos «suprime» principalmente), os quais são potenciados pelos derivados associados a estes activos. São estes activos que se estão a deteriorar em valor, rapidamente, que ninguém quer, a não ser os bancos centrais que se transformaram, de emprestadores de último recurso, nos únicos e exclusivos compradores de tais activos. 

A recessão começou bem antes das notícias sobre o coronavírus terem começado a aparecer. De facto, podemos datá-la precisamente com o acontecimento anómalo e alarmante do mercado dos empréstimos no muito curto prazo ter atingido juros exorbitantes, da ordem dos 10%, no dia 17 de Setembro de 2019. Foi isso que levou o banco central dos EUA (FED) a intervir neste mercado «repomarket» e com somas altíssimas, fazendo o papel que antes era o dos bancos comerciais. 

                  

O gráfico acima, oriundo do FED, mostra que os bancos começaram a perder as suas reservas excedentárias logo que parou o «QE», porque tinham de atender às más apostas nos empréstimos e derivados a estes associados.

O Covid-19 apenas precipitou o inevitável: a economia mundial já estava a deslizar para uma recessão bem séria, já se estava deteriorando muito depressa. 

O mercado bolsista é como a espuma acima do Oceano. Algumas vezes, indica um substrato forte, uma economia geral em crescimento, mas outras vezes não. 

Neste caso, estava sendo sistematicamente puxado para cima, com as auto-compras das grandes empresas cotadas, com o constante despejar de divisas, resultante da criação monetária dos bancos centrais, devido também à propaganda dos media e dos governos, apenas interessados em gerir sua imagem, com vista a serem reeleitos, com prejuízo para a saúde económica, de médio e longo prazo, nos respectivos países. 

Por fim, o facto da economia mundial ser incapaz de suportar um impacto exterior que, tudo somado, não é assim tão estranho, pois epidemias existiram em toda a História da Humanidade, mostra como tem sido artificial e desequilibrada a construção dos sistemas económico e financeiro. 

O Covid-19 foi o revelador que pôs a nu a parasitagem do mundo globalizado, em que o capital financeiro é predador da generalidade das pessoas e dos outros capitalismos - agrário, industrial, comercial - que subsistem, mas sob forma subordinada ao sistema da grande banca mundial, que conta com o apoio indefectível dos bancos centrais e dos governos, nos países do Ocidente.

Não podemos saber durante quanto tempo este estado de coisas vai durar. No entanto, parece-me claro que o Covid-19 será derrotado muito mais depressa que esta finança parasita. Com efeito, não tardará muito que seja construída uma vacina e distribuída em larga escala, para derrotar a pandemia mundial. 

Pelo contrário, não existe nada equivalente para estancar ou curar a doença que afecta a economia mundial. 

O capitalismo globalizado é um parasita interno das sociedades; tornou-se tão invasivo das suas estruturas, que a destruição do parasita arrisca-se a causar uma ruptura do próprio organismo social. 

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PS: vejam o artigo de 01 de Abril 2020; corrobora a minha análise de 25 de Fevereiro aqui acima exposta.
https://www.zerohedge.com/markets/covid-19-tripwire